( 3 ) BRUMA Y EL LADRÓN

Sábado, 25 grados de temperatura, cielo estrellado, luna llena, verano, 22 hs. Habíamos terminado de cenar en la casa de mi amigo Ernesto, en la localidad de Del Viso, salimos al parque a tomar el café, cuando Bruma me comunicó que iba a saludar a su amigo Jesús, que vive en una casa a 200 mts. de distancia.

La casa donde vive Jesús es una mansión muy grande, de principios del siglo XX, con línea arquitectónica romana, con un hermoso e inmenso parque con muchos árboles, rodeada y protegida por un gran paredón, la habita el dueño, con su mujer y tres hijos adolescentes, ese fin de semana no estaban, ya que habían partido a Punta Del Este para descansar. Cuando llegó Bruma, encontró a María y José que también fueron a visitar a Jesús.

La noche era espectacular y la luna iluminaba todo el parque, Bruma y sus amigos estaban conversando debajo de un tilo, contaban que habían cenado y viejas anécdotas que vivieron cada uno. De pronto Bruma escuchó un ruido y le dijo a sus amigos,-quédense detrás de los árboles, voy a ver que pasa-. Jesús la quiso acompañar pero Bruma se impuso.

Al llegar al lugar de donde provino el ruido, Bruma vio que se escondía detrás de unas plantas de hortensias, un hombre, el individuo advirtió que había sido descubierto y se paró mirando fijamente a Bruma y esta a el.

Fuera perro-, se escuchó decir al delincuente, en la mano llevaba una masa. Bruma respondió,- soy una perra y no me voy a mover de acá, es mas, no pasaras-. El delincuente cuando oyó hablar a Bruma no salía de su asombro y pensó,-no puedo creer lo que escucho, esta perra habla, me conviene robarla  y venderla a un circo, me voy a llenar de plata-.

Cambiando de actitud el ladrón preguntó,- ¿perrita como te llamas?-. Me llamo Bruma-. El ladrón intentó avanzar y Bruma le dijo,- no te muevas porque no estoy sola, Jesús, María y José te están mirando-. A pesar de la advertencia, el ladrón avanzó dos pasos y nuevamente Bruma le recordó que Jesús, María Y José lo estaban mirando. El ladrón a esta altura no entendía nada, no avanzó mas, trató de tranquilizarse y tranquilizar a Bruma y le dijo,-Bruma, que nombre raro para una perrita ¿no?- y Bruma le respondió,-puede ser, pero más raro es Jesús, que es Doberman, María, que es Rottweiler y José, que es Dogo. El ladrón levantó la mirada y los vio detrás de Bruma, dispuestos a atacar, salió corriendo intentando trepar el muro y gritando,- socorro, socorro, por favor no me hagan nada, no voy a robar mas-. Bruma, Jesús, María y José reían hasta las lágrimas.

12/08



J.Catania

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